Instituto Nacional Público de Boaco "Rosa Cerda Amador"
El cisne
Fue una hora divina
para el género humano.
El Cisne antes
cantaba sólo para morir.
Cuando se oyó el
acento del Cisne wagneriano
fue en medio de una
aurora, fue para revivir.
Sobre las tempestades
del humano océano
se oye el canto del
Cisne; no se cesa de oír,
dominando el martillo
del viejo Thor germano
o las trompas que
cantan la espada de Argantir.
¡Oh Cisne! ¡Oh sacro
pájaro! Si antes la blanca Helena
del huevo azul de
Leda brotó de gracia llena,
siendo de la Hermosura la princesa
inmortal,
bajo tus alas la
nueva Poesía
concibe en una gloria
de luz y de armonía